La zona de lavado también puede tener ideas, diseño y recursos para sumarle estilo y funcionalidad. Hoy en Decoyba te damos 5 trucos y consejos de expertos relacionados a esto:
1.- Distribución de la zona de lavado
El orden y la coherencia son claves a la hora de elegir una buena distribución en el cuarto de lavado de tu casa, o en su defecto en la habitación donde dispongas de lavadora. Aplicar orden y coherencia a un lugar así es básico y elemental. Es necesario tener todo dispuesto en su sitio y que quede a mano. Para maximizar el espacio sobre todo si estás en un cuarto reducido, puedes utilizar las paredes para colgar prendas. De este modo tendrás espacio de sobra para objetos más grandes, como la lavadora y la secadora, si la tuvieses.
2.- ¿Qué debe tener tu cuarto de lavado en casa?
Los elementos que no pueden faltar en una zona para lavado, serían en primer lugar como es evidente la propia lavadora. También un espacio para el cesto de ropa sucia, e idealmente una zona de plancha con espacio suficiente como para que nos podamos desenvolver sin problemas. La mejor forma de organizar este especio es crear un sistema empezando por los productos. Utiliza sólo lo que necesites y todo lo demás guárdalo en cajones y armarios. Si tienes secadora, inclúyela también.
3.- Gana espacio ubicando los electrodomésticos en vertical
Si tu zona es pequeña, o si aprovechas el cuarto de baño o la cocina para lavar, una buena alternativa es colocar los electrodomésticos en vertical, por ejemplo, la secadora por encima de la lavadora. Generalmente el primero es más liviano que el segundo. Para evitar que los movimientos los dañen, lo mejor es separarlos con un estante.
4.- El diseño y la apariencia importa
Para que la apariencia del cuarto de lavado sea la mejor posible, te recomendamos mantener ocultos los electrodomésticos con armarios a medida. Una buena opción son las puertas corredizas o plegables. Como ocupan muy poco espacio, son ideales para estos casos.
5.- Clasifica la ropa para lavar
Para facilitar el orden pero también para colaborar con el proceso de lavado, nada mejor que tener la ropa sucia ya separada según tejidos, tipos o colores. Algo que ayuda (y mucho) es disponer de distintos cestos clasificatorios, cada uno para un tipo de prenda.
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