Ultimamente os hablamos mucho del blanco y negro, pero es bien sabido que entre uno y otro hay una gran gama de grises.
En este proyecto de cocina, el gris es el protagonista, o más bien el co-protagonista junto con el color: el naranja. Todos los elementos están planteados en gris, blanco y negro, pero sin duda, son las franjas del papel pintado de una de las paredes las que toman el protagonismo.
Este toque de color aporta calidez al ambiente, como lo hace también el pavimento en porcelánico de imitación madera (una opción elegante, cálida y muy resistente para estancias como cocinas y baños).
Detalle: la campana extractora está encastrada en el techo, sobre la isla en la que se sitúa la zona de cocción.
El espacio ha sido pensado y aprovechado. La isla tiene por un lado la zona de cocción, y en el lado opuesto, una zona con voladizo que sirve como barra de desayuno.
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